NO CONVIERTAS TU FAMILIA EN TU NEGOCIO

Imagina que desde que naciste, tus padres compartieran cada momento de tu vida en redes sociales... Tus primeros pasos, tus risas y hasta tus momentos más íntimos. Todo el mundo podría ver tus fotos, vídeos y anécdotas, pero tú no tendrías voz ni voto sobre lo que se publica. Esta es la realidad que viven muchos niños hoy en día debido al fenómeno del sharenting, la práctica en la que los padres "influencers" comparten la vida de sus hijos en Internet. Durante años, hemos estado acostumbrados a documentar la infancia a través de fotos y álbumes familiares, pero la llegada de las redes sociales ha cambiado las reglas del juego. Hoy, los padres pueden exponer a sus hijos a miles o incluso millones de personas, muchas de las cuales son desconocidas. ¿Te imaginas abrir las puertas de tu casa a extraños que te observan sin que tú lo sepas? Esa es la esencia del sharenting: la exposición sin consentimiento por parte de padres hacia sus hijos.

El sharenting se transforma en un negocio cuando los padres monetizan el contenido que comparten de sus hijos en redes sociales. A medida que ganan seguidores, pueden atraer la atención de marcas que buscan promocionar sus productos a través de publicidad y colaboraciones. Estas familias influyentes pueden recibir ofertas de patrocinio, productos gratuitos o pagos directos por mostrar estilos de vida familiares. Los padres pueden crear contenido exclusivo para sus seguidores en plataformas de suscripción, generando ingresos adicionales. La popularidad de las cuentas familiares se debe a la cultura de consumo actual, donde las audiencias buscan conexiones personales y auténticas. Ninguna ley actual en España respalda a estos niños en relación con el contenido generado. A pesar de ser la cara de estos negocios, no tienen derecho a los ingresos que sus padres generan ni protección ante la explotación.

Los riesgos son alarmantes. La pérdida de privacidad puede dejar cicatrices en la autoestima de los niños, y su imagen puede ser utilizada de formas inapropiadas. El ciberacoso y la explotación son peligros reales que acechan a estos menores expuestos en línea. A medida que crecen, los efectos de esta sobreexposición pueden impactar su salud emocional y su capacidad para relacionarse con otros.

Es crucial reflexionar sobre las decisiones que toman los padres. Compartir la vida de hijos en redes sociales puede parecer inofensivo, pero al hacerlo, podríamos estar convirtiendo su infancia en un negocio. La huella digital que se crea es difícil de borrar y puede seguirles toda la vida, afectando su futuro de maneras que no podemos prever.

Por eso, te invitamos a pensar en el valor de la privacidad de los hijos. Antes de publicar, pregúntate: ¿Es esto realmente necesario? ¿Estamos respetando su autonomía y su derecho a decidir sobre su propia imagen? Es momento de actuar y proteger su infancia. No conviertas su infancia en tu negocio.

Sharenting

El término "sharenting" es un anglicismo que combina las palabras "share" (compartir) y "parenting" (paternidad), y se refiere a la práctica de los padres de publicar fotografías y videos de sus hijos menores de edad en redes sociales. Esta tendencia ha generado un debate sobre la privacidad y la seguridad de los menores en un entorno digital, ya que, aunque muchos padres lo hacen con la intención de compartir momentos especiales con amigos y familiares, también plantea preguntas sobre el consentimiento y la exposición de la vida infantil en plataformas públicas.

¿Cómo se Convierte el Sharenting en un Negocio?

¿Impresionante?

Si estás en contra de esta situación y crees que los menores tienen derecho a un entorno seguro y privado, ¡tu voz importa! Firma en el enlace o escaneando el código QR para unirte a esta causa y ayudar a proteger la privacidad de los más pequeños.